Norte y Patagonia. Los dos rebeldes al sistema de los éxitos efímeros y comprometidos con los sonidos y las palabras de la tierra.

Sociedades diezmadas por la explotación y el olvido fueron escritas y musicalizadas por estos dos Mágicos del Arte Suramericano que murieron en día de Nochebuena.

¡¡¡Mañana resucitarán y cada vez que ataque la injusticia y los Cardones del Norte sientan el puñal de la exclusión se elevarán sonidos de un charango y la palabra grave en el cosmos de un pueblo que no los va a olvidar nunca!!!

Osvaldo Bayer nació el 18 de febrero de 1927 en la provincia de Santa Fe. Estudió en la Universidad de Hamburgo y regresó a Argentina en 1956.

Siempre comprometido con causas sociales y de derechos humanos, este escritor, periodista, historiador y docente publicó numerosas obras entre la que se encuentra quizá la más significativa, "La Patagonia Rebelde", libro que el director Héctor Olivera llevó a la pantalla grande a mitad de la década del 70.

Esta pieza refleja la represión por parte de militares y estancieros a la clase obrera en las primeros años del Siglo XX.

Jaime Torres nació el 21 de septiembre de 1938 en San Miguel de Tucumán. Hijo de padres bolivianos, ya de niño mostró una fuente inclinación y pasión por la música. Su primer maestro fue Mauro Núñez, de nacionalidad boliviana, quien además le ayudó a construir sus primeros instrumentos.

El primer trabajo significativo fue la participación en la grabación de La Misa Criolla de Ariel Ramírez, en 1964. Desde entonces su carrera fue vasta, emblemática y multipremiada en Argentina y el mundo.

Su particular forma de hacer folclore y su talento para llevar su charango por numerosos países han consagrado a este artista como un músico universal que supo representar como pocos la cultura nacional y popular.

En diciembre de 2014 tuvo "el honor y la satisfacción", tal como afirmó por entonces, de representar en el Vaticano y por pedido del Papa Francisco La Misa Criolla, al cumplirse 50 años de la grabación de la obra.

"Lo importante no es que yo vaya al Vaticano. Lo importante es que coinciden los 50 años de la obra con la presencia de un Papa argentino, cuyo mensaje causa sorpresa hacia adentro y fuera de la Iglesia por la gran firmeza de sus conceptos", había señalado el artista que cumplió más de 70 años con la música.

Los vamos a extrañar.