Distintos trabajadores de la salud nucleados en el gremio de estatales ATE se encuentran en asamblea permanente dentro de la sede del Ministerio de Salud bonaerense, que conduce Zulma Ortiz, donde rechazaron despidos y cierres de programas provinciales con un abrazo al edificio.

Cabe recordar que el conflicto se inició la semana pasada cuando el Ministerio comunicó la decisión de no renovar los contratos de cuatro trabajadores que cumplían tareas en el programa Resapro, que dejará de funcionar. Ante la negativa oficial para reincorporarlos, iniciaron una serie de medidas de fuerza que hoy continuará con el abrazo a su lugar de trabajo.

"Desde el mes de enero sufrimos diversos intentos de vaciamiento y destrucción del proyecto en paralelo con jornadas de trabajo de 12 horas, incluyendo los fin de semana. Luego de implementar un proyecto de suma importancia para la gestión y en el marco de una jornada de lucha por mejores salarios, se nos comunicó la suspensión de los contratos a partir del mes de octubre", explicaron los manifestantes. Además, aseguraron que "tienen todos los accesos al sistema y a la base de datos bloqueados".