Cuando el diario LA NACIÓN editorializa  - 30 de julio de 2018 - a pocos días de un nuevo aniversario del asesinato (“martirio” en términos eclesiales) de Mons. Enrique Angelelli, no está discutiendo, como lo afirma, “el tono” de su beatificación sino que está atacando el nudo central de la FE CRISTIANA entendida como compromiso con el otro, y, en ese marco, en forma directa pegarle al PAPA FRANCISCO que ha continuado en la Iglesia Universal, la visión pastoral del último gran cónclave conocido como CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II.

La Nación habla por boca de quienes no han comprendido “la anchura y la profundidad” del amor hecho testimonio de vida en la entrega por los demás, sobre todo por los más pobres. Si existe una grieta, La Nación la profundiza al negar en su columna lo demostrado por la Justicia que, dicho sea de paso, para ellos sirve de acuerdo a la partitura que interpreta.

La foto de Mons. Angelelli con la bandera de Montoneros que ilustra el editorial, en lo que seguramente fué la bendición de un local político, tiene un uso perverso: pretende asociar imagenes con acciones sin contextualizarlas ni explicarlas. La pretensión es objetiva: la cercanía del Obispo asesinado,con la organización político militar de los 70. Y desde allí producir un cuestionamiento generalizado de su figura, su pensamiento, su obra y su legado.

“Con un oído en el Evangelio y otro en nuestro Pueblo”, decía Mons. Angelelli para interpretar de un modo sencillo la misión de los Obispos luego del Vaticano II. Fué un Pastor humilde que se jugó por los suyos, como otros obispos, sacerdotes y religiosos/as. Jugarse por los demás, en lenguaje cristiano, es hasta la muerte, como Jesús de Nazareth. Por ello, Enrique Angelelli es beatificado y será santo: un ejemplo de vida para su pueblo.

Tiempos de lucha por un mundo mejor; tiempos de testimonio; tiempos de comprender la fe en términos de compromiso político; siempre en la óptica de la opción por los pobres. Clima de los 70 y contexto de las motivaciones profundas de nuestra generación.

Repudio el editorial del Diario La Nación sobre Mons. Angelelli. Malintencionado. Superficial. Vergonzoso. Repudio el ataque al Papa Francisco que se esconde en su cuestionamiento.

Nuestro Pastor Enrique Angelelli será beato e intercederá por nosotros para que alcancemos la definitiva LIBERACIÓN.

Por Daniel Di Bártolo