miércoles 24 de abril de 2024
Edición Nº2326
Actualidad » 15 mar 2018

Economía

"El endeudamiento se paga con crecimiento o con hambre"

Pablo Chena, economista, responsable de los equipos técnicos de la Corriente Federal de Trabajadores analizó en profundidad la realidad económica del país desde diciembre de 2015


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Entrevista al economista Pablo Chena, doctorado en Economía de la Universidad de Picardie, Francia, y Doctor en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Buenos Aires. Es investigador del CONICET y profesor en las universidades nacionales de La Plata y Quilmes.

En general, ¿Cómo se ha modificado la economía a partir del cambio de gobierno?

Se modificó un modelo de industrialización por sustitución de importaciones fortalecido con los ingresos de los sectores populares, a través de la generación de empleo y la política social; por un modelo que se funda en el endeudamiento externo y la re primarización de la economía, se desindustrializa el país con la entrada de importaciones, perdiendo entre 65 y 70 mil empleos industriales en los últimos dos años, y se han deteriorado los ingresos de los sectores populares producto del aumento de la inflación por encima de los salarios, el aumento de servicios públicos y combustible con impacto en el resto de productos.

Todo lo que producíamos lo importamos y como no tenemos fondos lo pagamos con deuda. En 2016 hubo una caída en la actividad económica del 2%, y en 2017 por medio de la fuerte inversión en obra pública creció un 2,5%; es decir se recuperó lo perdido el año anterior, pero tenemos alrededor de 70 mil millones de dólares más de deuda externa que en 2015, mayor desigualdad social y empleo precarizado o informal. A fines de 2015 la tasa de desempleo rondaba el 5,9%, hoy está en 7,9%. La pérdida del poder adquisitivo del salario fue de un 7% para los trabajadores formales, el sector informal se vio más afectado al no contar con paritarias.

Cambiemos asumió con la propuesta de bajar la inflación, y luego de dos años eso no ha sucedido, empeoró incluso en 2016; ¿A qué se debe?

Es un discurso contradictorio, hablan de control inflacionario pero los principales precios de la economía que determinan la inflación, los han dejado libres permitiendo que aumenten significativamente; los costos de los servicios públicos impactan en las empresas que lo trasladan a precios. Hay que sumar el aumento de combustible, que se traslada al costo de logística. Por otro lado, las empresas comparan los costos financieros, si da más dinero especular lo trasladan al precio del producto – costo de oportunidades – eso aumentó porque la tasa de interés ha subido mucho también. No hay ningún precio estable. La única variable que se utiliza es traer productos de afuera más baratos con los que los productores locales no pueden competir; no están haciendo bajar los precios sino cerrar las fábricas, cae la actividad y hay más despidos. Se están importando incluso alimentos, siendo nosotros productores y exportadores.

Hay un déficit de balanza comercial histórico de 9 mil millones de dólares, hemos tenido un boom de importaciones y exportamos lo mismo que antes. Estamos cubriendo todo con deuda, que aumentó desde 2015 en 76 mil millones de dólares, actualmente el nivel de deuda total consolidada es de 370 mil millones de dólares. No hemos generado ningún ingreso, estamos en riesgo de default. El ajuste no lo resolvió nunca en la historia argentina, hace caer el nivel de actividad económica: hay menos plata en la calle, menos ventas, menos compra, menos IVA, menos pago de ganancias, es decir caída de recaudación. Baja el gasto pero al mismo tiempo la recaudación, con una economía en recesión. No resuelve el problema y es totalmente asimétrico, se ajusta a los pobres y los ricos pagan menos impuestos, generando más ganancias.

¿En qué se ha redistribuido la quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos?

Se orientó en gran parte a bajar subsidios de los sectores industriales, y otra parte a las familias, de las cuales en algunos casos minoritarios no estaba justificado. Una parte la ahorró el Estado y la otra es ganancia para los proveedores y petroleras. El ahorro para el Estado no significó una baja en el déficit fiscal porque se liberó de impuesto a las mineras, se bajaron los impuestos a la soja y a los bienes personales. La economía subsidiada hasta 2015 tenía menor déficit fiscal que esta. La energía barata beneficiaba al proceso de industrialización, era una forma de mejorar la competitividad sin bajar los salarios; desde el momento que la energía en Argentina es de las más caras del mundo, los servicios financieros son de los más altos, la única variable de ajuste es el salario que es lo único que están dispuestos a bajar. Aumentar la tarifa es un costo para el usuario, pero es ganancia para los proveedores monopólicos.

¿A quién beneficia el aumento del tipo de cambio y a qué se refiere el gobierno con obtener mayor ‘competitividad’? ¿Qué se busca con la ampliación de puntos de compra-venta de divisa?

Mayor competitividad por tener un salario barato en dólares; al devaluar, un dólar vale más pesos, con menos dólares se paga el mismo salario en pesos. Beneficia a los sectores exportadores -agrícola, minero y automotriz-, que son los grandes capitales no las PYMES, cuya principal ganancia se da al cambiar los dólares que tienen en el exterior a pesos. Este año se fugaron cerca de 23 mil millones de dólares, supongamos que se compraron a 17,50 pesos, y los cambiaron ahora con un dólar a 20 pesos: ganaron especulando. Los perjudicados son los sectores populares, se quedan con los pesos que valen cada vez menos.

La inflación en 2016 subió el 40% y los salarios registrados un 30%, ahí ya hubo una pérdida que se dio porque a comienzos de ese año la ‘salida del cepo’ fue una devaluación que significó pérdida del poder adquisitivo. En 2017, por las elecciones, mantuvieron el dólar y aumentaron el gasto público, permitiendo que la pérdida del poder adquisitivo no sea tan alta (que los salarios y la inflación se acerquen) a costa de un gran endeudamiento. Ahora se viene una nueva devaluación y salarios por debajo de la inflación. Significa mayor desigualdad entre el salario (lo que gana el trabajador) y los precios (lo que gana el empresario), los empresarios ganan más que los trabajadores por cada unidad que venden, si vendo lo que produzco un 40% más caro y le pago a los trabajadores que empleo sólo un 20% más, estoy ganando un 20%.

Con la ampliación de los puntos de venta de divisa se apunta a dolarizar la economía, perder la moneda significa quedar atado totalmente a los intereses financieros y sectores exportadores, endeudarse cada vez y verse obligado a aceptar las condiciones. La deuda o se paga con crecimiento o se paga con hambre.

¿Cómo seguirá este proceso en vista a los cambios que ya se han implementado?

El gobierno va a continuar con la política de ajuste para tapar los agujeros fiscales que tiene, para bajar las importaciones hay que bajar el consumo. Ya se anunció el recorte en salud; se harán reformas en educación y tributarias ajustando a sectores populares con impuestos al consumo; habrá bajo crecimiento; una inflación que -por cómo evolucionan las tarifas de servicios públicos, el combustible, la tasa de interés, el dólar, etc.- no estará por debajo del 24%.

Entrevista y texto por Abigail Rodríguez, periodista de G24 Digital.

 

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